miércoles, 17 de marzo de 2010

DE LA REALIDAD A LA OBSERVACIÓN1

No se debería actuar cual sí uno fuese mudo y sordo ante la gran comunicación consigo mismo.

Precisamente la voz de la verdad y de la certeza se encuentra siempre a punto de ser escuchada por la individualidad, como firme e inequívoca conexión con el Colectivo Unitario Mental.

Y sólo prestando atención a su mensaje, poco a poco se te irán desvelando los misterios ocultos del alma.

Obedecer la lucidez es la clave, obedecer sin límite a cuanto implícite un acto de amar. Así pues, dejarnos de una vez el servilismo que implica la obediencia a la norma, a los dictados de la razón, al amorfo sistema. Porque si obedezco al error, permaneceré en el error. Todo, absolutamente todo ha de ser captado y observado para enriquecer las experiencias. Pero las decisión es única, y sólo corresponde al alma tomarla, si es que se quiere acertar.

Fe a torrentes y abundante autoconfianza, son inspiración y apertura de los paisajes más preciosos del universo.

Cada palabra, un reflejo. Cada mensaje un sentido. La mente humana, siempre en conexión.

El ángel toca su canción: bueno sería que la escuchas siempre a punto.

Cada párrafo, es un ladrillo. Cada vibración amorosa la argamasa. Todo dispuesto, para que tú edifiques. El arte se te da por añadidura. Todo queda pendiente de tu intención y tu constancia. Mente activa, razón durmiendo. Desde la fe en el universo, fundido en todo acto de amar: ZEN TAO ¡qué nada más necesitas!.

Mente silente, si es que se quiere escuchar LO NUEVO. Mientras se aloje un solo viejo pensamiento en la mente, el nuevo no entra. Así es que si te interesa lo nuevo, ya sabes... ZEN TAO.

Estado de recepción sin pensamientos, mientras dure la sesión de 15 minutos para el principiante, 20 para el practicante y 30 para el maestro. Posteriormente, cada cual sabrá qué ha de pensar, qué ha de proyectar, qué ha de cambiar, qué ha de hacer para que, en resumen, su vida sea más armónica, más coherente, más feliz, más desde sí mismo... más incondicionalmente universal. Unos cuantos años, y verás que maravillosos cambios, ¡y todos a mejor!. Recuerda siempre que esta práctica y este trabajo mental sí que son en verdad resolutivos y definitivos.

¡Buen trabajo!

¡Buenas jornadas!

¡Fe y buen hacer en ti mismo!

¡Buen tiempo de amar!.

LA GENUINA SABIDURÍA

¡Alcánzame más, amor mío, hasta que mi locura se transforme en pétalo de estrella!. Jamás podrá la palabra expresar lo que yo siento. Pero el viento si podrá captar el hechizo de la fragancia de esta amorosa esencia y trasportarla a aquel que el mismo amor hizo. Sus pestañas abiertas en mi corazón. Las yemas de sus dedos en mis sienes. Su sonrisa el único rumbo de mi nave. Su amor en mi es con mucho mi único bien.

¡Algo raro pasa!. Puede que pienses que el otro es un extraño para ti, más aún, que tú mismo creas y que empeños en serlo para ti. Uno crea lo que cree. Nube blanca, nube gris, las dos ante ti: tú eliges, cada una con una carga activa bien diferente. No te quede fundido cuál plomo en la ignorancia. Practica de joya, quedó mente lo es. Encontrarás siempre en la búsqueda, al unísono con tu espíritu angelical.

¡Bendición a mi alma!. Porque por fin hoy conozco la Bendición de Dios. Celebro el acontecimiento de haberme dado cuenta, embriagándome de amor por todas y cada una de las cosas que veo, percibo y siento.

¡Descansa alma mía... descansa!. Porque hoy descubres que el acto descansar puede hacerse desde lo activo, con un reposo mayor añadido. La pura luz del sol no he de verla con unos ojos que pueden ser quemados, sino colores que han de ser iluminados. Un reflejo de luz divina cada acto de amar. Salido de la pérdida de la ganancia ya no hay reflejos sino Esencias.

¡Doy toda mi gran fortuna, a cambio de mi salvación, que veo que de la muerte ya no me escapo!. Dentro de muy poco estaré tieso, y no me da tiempo ni siquiera poner mis efectivas excusas y justificaciones. Todo a cambio de un poco de coherencia. Confieso que me ha fallado todo, y quisiera entender algo de eso que llamaban amor y que yo pertinazmente me empeñaba en comprar.

¡Levántate, amante de la verdad!, vámonos de una vez, de este enrarecido ambiente, pues es tiempo de contemplación. La dirección es arriba, el pájaro lo sabe. Detenernos en la faz de la tierra es un error. Aunque la belleza que derrama el jardín es atractiva, o el inmenso mar atraiga al marinero, cabalgando hemos de ir hacia el Hacedor de la maravilla y no quedarnos hospedados en ella. Cambiar la dirección de la mente, así como la expresión densa del alma. Aceleremos al corazón, cual si fuese la primera vez que damos un paso, que vemos una nube, que acariciamos un fruto. Tras valorar la belleza, domines necesario dirigirnos de inmediato a la Gran Energía de amor que la hace posible.

¡Qué bonito es cerrar los ojos!, después de haber desplegado al máximo el sentido de contemplar. Ver profundamente desde el color y la forma al máximo de la sensación, no llega todavía a dar la talla de lo que la visión es. Necesitamos aprender a observar, a raíz de haber maximizado la captación sensible. Un día la contemplación vendrá a la mente tanto con los ojos abiertos como cerrados: ello te dirá con claridad que has completado la visión en el mundo. ¡Celébralo!, que sobrados motivos tendrás para hacerlo. Trascender los sentidos desde los sentidos mismos es todo un gozo. La materia es el pétalo de la flor que abre paso a la fecundidad solar interior.

¡Qué poco tengo para que me robes!. Mis verdaderas joyas no te las puedes llevar, ¡y eso que son también tuyas!. No hay en la cueva ni un lugar donde los ladrones no puedan, antes o después penetrar. En cambio en la cima del monte todas las puertas están abiertas, y ni un ladrón es siquiera capaz de subir un solo risco de la falta del Alto Monte. Y deberás ayudarle, porque si bien trasformar su conducta sólo depende el , tu si habrás de curarle sus heridas, enjugar sus lágrimas, alegrar sus tristes días con un mensaje de amor, del que si bien siempre oyó hablar, jamás se fío de su bondad.

¡Toma todos los tesoros!, pero no llores más. El tesoro no te quitará la sed, pero si así dejas de dar la vara... ¿no ves que tu mayor tesoro es el aire que respiras?. ¿Quién es tú Dios? ¿Qué hace por ti?. El simple hecho de que te preguntes algo, lleva implícita una respuesta. De no ser por un simple programa mental ¿qué narices ibas a preguntarse y como?. Más pesada que el plomo es la ignorancia.

¡Venga el amor con nosotros!, porque siempre hallamos la gracia ante Sus ojos. No existe el pecado, el pecador se crea a si mismo, como oficio. Más el amor hace que no pase de ahí. Bendita Madre, que en la dualidad creadora fundamenta el gran Amor del mundo creado. Tú regazo maravilloso enseña a la criatura que amamanta tu pecho a tener fe en el Único Pecho dador de la Vida. Puerta del cielo, con sutiles manos que si que pueden acariciar el Rostro de Dios.

¿Acaso crees que morirte es irte sin ti?. No es un viaje que vayas a realizar sólo, aunque ninguno de los que materialmente te acompañan, vaya a poder hacerlo contigo. Lo que llamas amor, será tu barca. Pero el verdadero amor, que hoy te cuesta tanto entender, será tu vía. Hay otro AMOR más fuerte, viva esencia de los demás, que te aguarda para abrirte sus brazos de par en par en base a lo que hoy te costaría sobremanera entender.

¿Acaso puede alguien saber la sazón de un alimento sin probarlo antes?. Ignorante pretensión embadurnada de excusantes juicios y justificaciones, que prevén sin ver, que anteponen sin hacer. Si ya el juicio implica un daño, el prejuicio ni se sabe a qué cueva lleva. Le puedes echar o no sal a la comida, para que esté a punto. Hablamos demasiado. Mentir no es la vía, y somos los sal de la tierra. La base del mundo no es la falsedad, pero si las relaciones las hemos basado en eso, a sufrimientos se llama con ello.

¿Cómo se alcanza la Gloria de Dios? ¡Con mucho conocimiento!, hasta que se conozca en verdad que jamás se perdió tal gloria, y que si algo hay que alcanzar es una práctica de amor más óptima. Una es la canción. Todo lo canta en automático, mas tú y yo hemos de aprender hacerlo desde el propio conocimiento de una gran realidad que se expande ante nuestra sorprendida mirada humana, que abre nuestras mentes al nuevo programa que a partir de entonces nos es interactivo.

¿Dónde está tu hermosa doncella?, ¿dónde tu juventud?, ¿qué hay de esos deseos acumulados o por realizar?. La trémula felicidad vuela si es que con amor no se les fija. ¿Quién besará tu mejilla tras eso que se llama muerte?.

¿Dónde están los faraones?. ¿Donde los sacerdotes ilusorios y los apabullados teólogos?. ¿Donde los caminos de dolor y los umbrales límbicos? ¿Donde los catedráticos y los mentirosos políticos?. Nadie puede explicarme que es el amor. Al menos practicarlo si. ¿Donde el Revelador de los Secretos?. En verdad es de EL y sólo EL de quien debo aprender. ¡Justo aquí!. ¡Justo ahora!. ¡Justo en el centro de mi mismo!.

¿Dónde se encuentra tu seguridad? Milenios buscándola y... ¿la has encontrado ya?. Tu seguridad siempre estuvo en el servicio y en la renuncia a seguir practicando de animal. La seguridad es la misma luz que mueve al amor en evolución. Renunciar a lo aún no vivido, sería incongruencia. Renunciar al beso cercano, crasa idiotez. La esperanza se encuentra en la misma fe. La salvación en la misma evidencia del amor.

¿Dónde se encuentra tu seguridad?. En la viva presencia de tu Amor. La verdadera seguridad está en serle fiel, o lo que es igual, ser fiel a sí mismo. Todo lo demás se pierde y se gana, y como tal, no va más arriba de la raya que separa lo denso de los sutil. Una paloma no podría salir volando con barro pegado en las alas. La seguridad no está en la materia, porque esta depende siempre de la energía que la sustenta. La seguridad tampoco está en la energía, pues está sujeta a un orden. La seguridad impregna el Orden Universal, pero siempre va a depender de la Gran Mente Única. Así que si has entendido bien, un potente rayo de la seguridad, se encuentra inefable en la Pequeña Mente en Acción. ¡Implícita, esencial!. Depositar la seguridad en otro lugar, es el grave error histórico del ser humano.

¿Eres sabio?: pues, demuéstralo viajando del ser al Ser. Tras haberlo descubierto dejara el oro en su mina, y el diamante en su puntual emplazamiento. Dirigente del dulce amor y se cual todos los cánticos juntos, cual todos los colores alegremente armonizados, cual el aroma y el sabor de las infinitas variadas frutas, cual la inteligencia que salió de la urna de un cuerpo con raíces en la sal y cabeza al sentimiento. Si eres sabio veras que tu eres el milagro, y aunque sepas bien que procedes de otros muchos milagros, todo se convierte en Uno. Y es que cuando el sol sale, en la oscuridad sola se diluye, y cuando alcanza el climax es vertical, toda sombra se pierde.

¿Qué es lo que me trae a este mundo? ¿Cuánto tiempo estoy viajando? ¿Desde cuándo estoy en la gran luz del fuego? ¿Desde cuándo en el aire, en el agua...? ¿Cuál es mi misión en la tierra?. Mis lágrimas fueron mis testigos ¡agua fue!.

¿Qué es más bello el amor o el acto de amar?. Es ésta una gran pregunta con la más fácil de las respuestas. Si lo bello lo percibimos como apariencia, entonces no se puede distinguir entre una y otra opción. Que sepamos, todo cuanto actúa es bajo la acción dual de la materia. El Amor es tan amplio que escaparía a la gotita mental. En cambio el acto de amar, es tan concreto, tan claro, tan contundente, tan verdad práctica, que no puede evadirse ante elucubraciones de ningún tipo. Por eso el que no va de amante, simplemente lo hace desaparecer ante sus oscuros ojos, como si no existiera tal acto. Así que nunca ve, que lo que mueve el universo puede ser muy amplio, pero que ante sí mismo se resuelve y simplifica con un puntual Acto de Amar, que por supuesto tiene que partir, crear, y ejecutar desde su propio ser "en el mundo".

¿Qué es verdad?. ¿Qué es mentira?. ¿Cómo separar lo que crece junto? ¿Cizaña, trigo?. La verdad brilla siempre, ora el sol, ora en las estrellas. Un pasajero de Nazaret, lo hace eterno. Conocer es llamar al amor. Danza alrededor de la casa, y espera que el que la habita salga.

¿Qué otra cosa puedo hacer ante la flor que olerla, extasiarme en su hermosura?. Seguir amorosamente desde el desconocimiento de lo que es, al conocimiento de lo que me evoca, por todo un camino de bendiciones sensibles, y acción de gracias del alma. Graduales conquistas del conocimiento del Amado, en la bella simplicidad de una sola flor. Desde lo más profundo de mi corazón emerge la luz de la afirmación, por encima de toda duda. ¿Qué otra cosa puedo hacer que cantar, que agradecer?. El atardecer acalla sus colores. Mañana no se qué será de ti, ni siquiera de los ojos con que te miro y disfruto. Pero de lo que sí que esto y muy seguro, es que este acto de amor profundo en que me siento uno contigo, hermana flor, va a quedar grabado en el mismísimo corazón de nuestro Hacedor, por toda la eternidad. Cada acto de amor, cada experiencia, se que queda grabado a fuego en la gran enciclopedia de los ciclos supra temporales. ¿Qué otra cosa puedo hacer con mi vida que vivirla? ¿Qué otra cosa con mi amor que sentirlo y compartirlo?. ¿Qué otra cosa con mi ser que desplegarlo hacia el cielo en una constante acción de gracias por el sencillo hecho de SER?.

¿Qué piedra se hace más blanda a mis nalgas en mi prolongada oración?. Toda roca es sagrada, y dedicada mi carne. Está hecha para vibrar y danzar mientras vive. Si es que mi cabeza es inteligente hará un mullido cojín de hierbas que le sirva de amortiguado contacto. No está reñida la ascética inteligencia, con la adecuada sabiduría de cuanto en el mundo es y se manifiesta. De todas formas, día a día mi cabeza se va reblandeciendo, pues en muchos aspectos, mas dura que una piedra fue.

¿Qué puede ser eso que no tiene ni pies ni cabeza y que en cambio ES?. La ciudad se le quedó corta y voló.

¿Qué sostienes en la mano?. Con fe eleva su esencia al cielo, y con fuerza arroja la materia la tierra, cual Moisés arrojó su bastón al suelo, por el mandato del mismo Dios. De inmediato contemplarás las propias maravillas de la energía, que hacen ser la semilla desde la onda serpentiforme. Agárrala de nuevo desde tu propia raíz terrestre, y de nuevo se convertirá en callado-sostén de ascenso. Por la Fuerza de la fuerza, bendiciones emergerán de la tierra. Amistad te pedirán tus enemigos. El dolor dependerá sólo de ti. Mantener siempre las manos extendidas a la Unidad Estelar, con paso firme caminando hacia la Única Meta. No es necesario esquivar las pruebas que ante ti se coloquen: sólo trascenderlas: se hallará siempre la forma de llegar hasta el final. Nadie escapa de las penalidades huyendo de ellas, como mucho las cambian por otras peores. No muerdas el anzuelo de lo confortablemente fácil, pues sólo lleva al desastre. ¡No cedas a tus dudas!: quitaran el suelo bajo tus pies. Sólo tienes un camino y se llama amor; lo sabes bien, tanto por activa, por pasiva. Se queda para ti mismo, porque solamente tu eres el llamado a realizarlo. Todo espera a que te decidas a hacerlo en verdad y en profundidad.

¿Quién llama mi puerta? ¿Quién me enseña humildad?

¿Quién puede saber cómo se manifestarán mis obras? Yo creo el mundo por doquier, y a cada paso que doy, un espacio que ocupo, un tiempo que invierto, una porción de experiencia que realizo. ¡Todo es vida!. Al darme cuenta, yo la santifico. Dejó entonces a la luz que me guíe a mi morada. Dejo entonces que la luz se muestre desde la Unidad que Somos.

A base de darle la espalda al mundo, poca diferencia hay entre un ciego y un durmiente, al que muchos llaman necio. Incontables maravillas, mas... ¿quién las cuenta desde el corazón?. Para contarlas, antes han de ser experimentadas, así que desde las fiebres especulativas mentales sólo se consiguen enfermedades. Contemplar con grandiosa simpleza la visión del mundo es entrar en la locura de la santidad. Todos estamos llamados a ella.

A la grupa de un caballo alado, cabalgo los cielos. Lo charlatán y desmedido en la ciénaga queda: sólo digo que quise ver. Hoy quiero ver exclusivamente en la vía del Propósito único de la Evolución. El propósito no acaba en las seis direcciones de la muerte. ¡Animal tu correr ha terminado!. ¿Acaso has visto la muerte?. Príncipe eres, pero tu cabeza está tocada por la dispersión energética - separadora. Aprovecha la muerte de cada día para dar vida al día siguiente, y vivirás en la eternidad. Todo se esfuma y lo único que permanece es la amorosa experiencia que te enseñes a extraer del mundo y de las cosas.

A los corazones endurecidos sólo la juventud los reblandece, porque sólo la juventud tiene la potestad de volverse loca de amor. El que está verdaderamente enamorado, no cambia su amor por todo un reino ni por tesoros, ni por todas las riquezas del mundo opuestas a sus pies. Alzando la cabeza, el enamorado diría de un tirón: nada puede ser comparado con un cabello de mi amada.

A mi alma digo: aún entre espejismos recuerda que yo soy la fuente de la vida. El agua no tiene otra opción que dar vida, subir al cielo, y volver al mar. Millones de años haciéndolo ¡es una maestra! Alma mía: ¡siempre has de regresar a mi!. Yo soy tu única meta. Te conviene no distraerá te en deseos mundanos, porque yo soy el soporte de tu verdadera alegría. Alma mía: sólo la fuerza de la Divinidad Única te sustenta. No te pierdas en disquisiciones, que lo que hoy y está mojado, mañana estará seco, y pasado desértico. Yo soy el mar sin orillas, el río sin cauce, el lago sin frontera. El flujo que no cesa. La luz eterna.

A poco que escuches, oirás decir a cada uno de tus células ¡bendito sea El que nos creó!. Si en verdad eres quien rige esos órganos y células que forman tu cuerpo, acertado sería que cogieses la batuta, y como un buen director de orquesta, al unísono elevaras unas enormes gracias al cielo: ¡A Ti, gloria y alabanza, a Ti, gloria por los siglos, Dios de mi alma, amor de mi corazón!. Tras encontrar a Dios, ningún regalo más necesitas, pues todo lo demás se dará en abundancia por añadidura.

Abro mis labios y que susurren la antigua historia infinita de amor, esa misma que sucede día tras día, año tras año, ante la presencia del santo, la ausencia del afanoso, y la anuencia del sabio. Dependerá del estado mental en donde percibiremos la gloria bien como limitada bien como eterna. El devenir sucede, y quien no lo vea, se lo pierde.

Al final, toda dualidad se va simplificar en los dos primigenios caminos: hacia arriba o hacia abajo. Hacia abajo viene la fecha la tierra, y hecho ya el mundo, sólo queda ascender la flecha hacia arriba, dirección de origen. ¡Únete a la comunidad mental de los santos!. El "arriba" tiene un espacio mental donde se conoce la delicia. El supra consciente colectivo, espera que voluntariamente te sumes a su unificado actuar .

Al oír el reverberar del tambor, la selva se bate en su fortaleza. Todo anhela danzar. Como pájaro escapado de su jaula, el sonido anhela libertad. Alas de mariposa que baten con dulzura encaramadas a un rayo de sol, en busca del Dador de la Vida. Supremo amor. También el sapo quiere volar, pero poco se vuelve a estrellar en el agua, ¡no importa! ¡Así juega!. En el polvo, el negro escarabajo fabrica su bola.

Al verme el ángel empezó sonreír y fue enseñándome la ternura. Los hechiceros del mundo enmudecieron ante la facilidad con que la verdad vuela por encima de los conjuros. Embarazos del amante más que el azúcar se disuelve lo de siglos cristalizado. Para volar sólo es preciso sonreír, más con el alma. Toda vez que el amor se muestre ¡todo estará muy claro!.

Alborotos de ciudad, velas y antorchas, noches conjuradas, fecundidad aclamada. Ayer polvo, hoy espíritu. El que te trajo aquí, desde el desconocimiento lo llamas. Quisieras convertir tu dolor en tu placer, pero no sabes cómo. Quisieras comerte el mundo, pero se te indigesta hasta la cena. Estruendos que quieren llamar lo invisible. Hogueras de pretéritos tiempos, que sin traspasar el deseo, aún en la ignorancia prendes. Noche, oscura noche donde no quieres que se vean tu limitados movimientos. Magia de polvo, también polvo es, y el polvo no va muy lejos de la corteza. Loca marioneta que saltas sin abrir la caja, ¡cuántos golpes en la cabeza! Y lo peor es que lo procesas como un castigo a tu alegría. Doblas el cuello, hace seiscientos conjuros, pero no tienes valor para abrir la tapadera. Tú única misión es amar. Todo te espera a que lo hagas.

Allí estuve el primer día, en Unidad no dividida en manifestación. Aúnque jamás nada en verdad se divide, sino que se expande manteniendo la identidad Una. Antes de que el nombre fuese creado para designación de lo disperso, allí estaba yo. Más ese Yo no era parte, y tampoco había "nosotros". Lo nombrado y designado fue creado después. Los cabellos a rizar, aún no habían crecido en la santa cabeza. Todo existía en potencia, y la existencia estaba por venir.

Amantes del cielo, amantes de la tierra. Yo en alegría, ambos os convoco. Mi espíritu dice: ¡ha llegado el momento!. Las puertas se abren: las estancias se llenan de luz. Los tesoros del mundo ornamentan un solo arco iris. Por fin sienten su pequeñez, pero ¡qué importa!: sirvamos de adorno, que lo importante es servir. Delante detrás los animales emiten sus mejores sonidos guturales. Toda el mundo os espera: amantes del cielo, amantes de la tierra. Cencerros que suenan, tamboriles, sonajas. Cada instante que pasa, un alma más que se suma. Han aparecido luces, se está manifestando lo invisible.

Aniquilo el pensamiento, para dar entrada a un nuevo estado mental, más allá de la anécdota de reconocerse un grado más que el animal. Disuelto el pensar, me quedo a la escucha.

Anoche, andarín yo, bajo la luz de la luna, por el cruce de un gran río que ya no suele navegar, vaciaba mi alma para Dios. Fue un copioso río. Ahora un copioso cruce de luz por donde un cuerpo paseaba, y una mente se expandía bajo las incontables estrellas. Los romeros sonreían a mi paso en las orillas, alguna que otra higuera, un amarillo gandul que asciende desde los mismos guijarros, y olivos a lo lejos. Escucho mis propios pasos, es más, escucho y siento como fluye el gran río que ya no está. Me dejó llevar... Anoche caminé, y hoy siento los efectos de ese precioso paseo por un río sin agua, con un ojo sin visión: verdadera agua verdadera visión. Repentino un gran ruido se colocaba por encima del chasquido de mis pies sobre los guijarros, al tiempo que una estrella fugaz irrumpía mi campo visual consciente. El canto del búho me sacó de mí no pensar. Ordinaria parecía la anoche, más ¡qué preciosa!. Puede que los árboles le aplaudiesen, yo simplemente pensé que llamaba a su compañera ¡es tan grande y tan fuerte el sentimiento!. Mi pequeña alma se estremece ante la grandeza del rapaz amor de dos hermanos en la noche de los tiempos. Una noches sin sol, una mente sin movimientos, un ojo sin mirada, una llamada sin respuesta.

Apareció el sueño, flotando en la mágica noche fundido de inconsciencia. El velero de mi mente navegando en un mar sin costas, de simbólicas ráfagas embebido, despliega su nocturna arboladura. Surca despacio la luna en el cielo y mi cuerpo flotando en horizontal yacer, juega en secreto monólogo de atrapadas adivinanzas, algunas de ellas nada menos que las mismas claves de mi vida en vigilia. De repente emerge la alegoría, surge del pensamiento, se disipan los límites de las cosas, el tiempo juega a ser de goma. Imágenes y formas enteras y quebradas, cadenas situacionales incesantes, a las que a duras penas ligo en saber interpretar. El vasto espíritu se expande a sus anchas, mientras mi conocido programa mental se encoge cada vez más desde sus limitadas posibilidades. Dichas que de preciosas visiones provienen. Nadie podría cabalgar con más soltura por entre los espacios celestes, ni con más ansiedad y premura por entre los vuelcos de oquedad del limitado mar mundano. Todo vuelve a ser como siempre al despertar. Nada vuelve a ser igual tras haber vivido la magia de cada uno de mis sueños.

Aprender a extraer energías nuevas desde las básicas, es un juego que pone el Hacedor a sus criaturas, y con ello ir enseñándose a hacer y crear desde si mismo. Pisando un puñado de uvas hace un delicioso vino: transmuta lo dulce en activador mental y espiritual. Amasando las blancas harinas con el sentimiento agua, y cocido a fuego, hace su crujiente pan. Y su jugoso aceite, y su deliciosa mermelada. La sal hace conservar sus peces. Prevé para sus inviernos. Aprende. Transformación de elementos en pro de una exquisitez que alegran los sentidos al tiempo que alimenta el organismo. Pero el origen de toda actividad es la calma esencial, desde donde parte toda acción, y eso, es hora ya de que sea muy tenido en cuenta.

Apura la copa de la pasión y aprende lo que significa la humildad. Camina sin vacilar por el sendero de la verdad. Puedes conocer palmo a palmo la realidad, si miras con tu ojo interior. Contempla los grandes misterios, que en facilidades se abren ante tu mirada. Abre tu corazón al amor, y rompe las cadenas de los deseos y de la mente enraizada.

Benditos mis ojos cuando miran, pero sólo me voy a dar cuenta de ello al contemplar. Observó al Absoluto Inefable en toda energía, en todo sentimiento. Elmulo el hacer del universo, en todo acto de amor que fluya desde mi.

Cada amanecer debiera ser una iluminación más, que sumada al conocimiento de lo que Yo Soy, me reafirme, me preste más fundamento. Amanecer es resurrección. Renacimiento. Así que conmigo se reactive el nuevo jardín rosa bello perfecto, donde el ruiseñor de mi alma cante. Hoy es mi única oportunidad donde poder hacer. Hoy es el primer día del resto de mi vida. Viviré cual si fuera el último.

Caer en un profundo sueño, donde las esferas se juntan, las órbitas se complementan, donde no hace falta la oscuridad para resaltar la luz. Un sueño de azules, de verdes y amarillos resumidos en blancos de estrella. Sueño pesado, vida pasajera. Corazón mío que juegas a estar alerta. Puedes quedarte dormido, que se que el amor cuidarte piensa.

Caminar por la cuerda floja, es lo que teólogo, filósofo e intelectual, han hecho de su práctica discriminatoria. El poeta, al romper el molde, se da "ido de vueltas". La llama de la vela del filósofo, llama la polilla, el poeta canta bajo la luz del mismísimo sol que fundamenta el sentido del alma. Las hogueras siempre calentaron, pero también provocaron grandes incendios. Cuando conocemos lo que quema, de lo caliente huimos. Sólo el niño, el loco y el poeta se atreven a introducirse en la luz con fe, sin activar las experiencias de dolor por quemazón que el viejo programa mental recoge. Aún cuando cántaros de agua de vida calles del cielo, luces de todos los colores, y manás de bendiciones sin fín, de poco servirían para el que asustado se va a refugiar a lo más profundo de la cueva (viejo programa animal).

Canta, que cantando consigue es lo que hablando no. Ora, que orando alcanzas lo que hablando no. Repite una bien elegida palabra constantemente (mantra) y la mente será acallada y se volverá dócil a tu voluntad de trascender la materia.

Celos y envidias. Recuerdos, añoranzas... Lo incurable y desesperado, en un soplo se tornó en descanso. Bueno es que lo sepas y provoques lo adecuado, y no que esperes a morir para ello.

Cerca de la luz y sin rotaciones, la noche no existe. La rotación es necesaria para conocer y conocerse en el despliegue de todo un radio de observación virtual. Toda vez completado el círculo y bien ultimada la experiencia, no ha de resultar necesario dar más vueltas. Uno no debiera ya de ser el obstáculo de su propio camino. Los miedos causan parálisis y los tropezones están servidos. De regreso a casa, todo debe ser alegría ¿o no?... ¿entonces?... si tu burro se ha dormido en medio del camino, ¿acaso es mucho pedir que lo despiertes y te sirva de vehículo?.

Césa un instante en el freno del momento, para poder así conectar con el glorioso amigo. Éxtasis radiante. Dulzura, que llena de fuego abrasa, más a la apropiada distancia sirve de luz que favorece la andadura de un camino perfecto. Ven pues y bebe del néctar de tu alma, que desde siglos te espera para hablarte de la verdad en todas las cosas.

Claras noches estrelladas, la luna radiante como testigo. ¿Quién habita la morada de mi corazón? ¿Acaso soy yo la misma luz que percibo? ¿Acaso la estrella... una de ellas? ¿Acaso mi cuerpo sea como tu, luna, reflejó de la incesante radiación?.

Como presa y no como trampa la sinuosa raíz arraiga su sentido en la coherente creación. La rosa no es eterna, pero la belleza con la que está hecha si que lo es. Déjame conocer tus secretos, belleza de la rosa. Déjame gustar lo eterno, que henchida de mundo desde milenios mi cabeza está. ¿Por qué no es ya el tiempo en el que todos que busquemos la belleza de espíritu y corazón?.

Contemplo a Dios en el horizonte, mi alma empieza a ver donde el ojo no puede ni siquiera acercarse. Inspiro una pizca de silencio, introyecto hacia el mismísimo centro de mi ser. Contemplo la ola tras la ola, y tras esta otra, que me lleva a la primera que en ese instante rompe espumada en la orilla. Me encuentro acariciando con un especial amor y mucho dulzura la misma superficie del mar, mientras que en su perfecta quietud y a la vez constante movimiento, bailando están todos los amantes de Dios. El anillo de oro solar es el premio del Gran Rey, cuya magnánima dádiva tiene como fin acercar una potente luz a la tierra, al tiempo que regala una visión terrenal para disfrutarlo. Mis oídos dejan de oír para introducirse en una silente escucha: todo cuanto escucho es la Esencia de mi Amado. Mi cuerpo esta perfecto, y es perfecto es el momento para dejarlo y subir al Eterno Abrazo de mi Gran Amado.

Cuál es que no ve el agua de su propia vida, el humano transita por su mundo. Llena de miel está la pradera, y más viajando dentro de un tarro, ¿cómo acceder a ella?. Los zumbidos ensordecen, los destellos aturden, separados en ignorante conciencia de nuestra Realidad, la mente aprende a unirse plenamente a Ella. La razón aturde al conocimiento, no es que sea mala ¡qué va!, en tal caso una energía aplicada a destiempo. Inmensos y poderosos sabores degusta el amado, inmensas y poderosas aguas mueven las piedras de los lechos de los ríos y de las costas del mar. Yo estoy en esa Gran Rueda, aprendiendo, y la rueda a veces, dulcemente gime; puede que por falta de la lubricante fe, puede que por exceso de vueltas sin querer aprender. ¡Pero gime, se conduele, se cansa!. No ver claro es un problema, no sentir la visión es problema un mayor, empeñarse en no amar es la base de todo sufrimiento.

Cuando estoy cerca del cielo, en cielo me convierto. Cuando estoy cerca de los hombres, estoy justo en mi abonado campo de practicar amor. En cada estadio de evolución, se ha de hacer justo lo apropiado, pues si no, todo espera a que se haga. El tiempo no importa. Un animal verdadero pasa a ser con un "quantum" más de luz, un hombre verdadero, y con otro "cuanto" más, un angélical amante... verdadero. Demos cuenta que la Luz de la verdad es factor común de transición, la Luz del conocimiento el medio, y la Luz del Amor el fin. Cuando estoy cerca del alma, me convierto en el tesoro eterno.

Cuando pases junto mi tumba, mira mejor cielo, que es dónde voy a estar. Mas si el cuello te doliese, o no te apeteciese mirar para arriba, lleva tus ojos al horizonte, que yo bajaré a esa línea para besarlos, si me lo permites. Si quisieras verme en el océano, allí iré en horario de oficina. No creo que me vaya a apetecer mucho contar los hoyos de los cementerios, aunque todos mis respetos a esos huesos que un día me sirvieron de armazón y alojo para un alma, cuyo mayor gozo fue saberse de Dios.

Cuando quiero ver el cielo, sólo tengo que mirar tus ojos. Cuando quiero sentir el influjo de las mareas, sólo tengo que besarte. Si es que quiero sentirme en tus brazos, amor sólo he de contemplar en el acantilado el constante devenir de la rompiente ola. Deshecho en su espuma, los vaivenes de tus preciosos pechos, ondulan el verdoso devaneo de le inquieta superficie donde todo parece, además de encerrar la profunda verdad de lo que es.

Culos tremendos atraen al desaforado macho. El sexo impulso busca su desahogo. La visión excita la libido ¿quién se acuerda ya del olor a micción?. Feromonas adormecidas, arrebatos enardecidos: un tiempo, otro tiempo, cambian las circunstancias, pero no el deseo. Tras el orgasmo ¿qué queda?. Atracción brusca para el animal que nunca parece saciarse. Gozo tremendo para el poeta que lo valora y lo canta. Amor es, en facetas diferentes.

De lo profundo percibo que Tú eres la majestuosa Fuente del sol. Mi cuerpo hace la sombra, pues es 2. El sauce llorón, llenó la cosecha de duro sentimiento y ablandó la tierra. Pero la espada sólo se dobló ante la fe de la existencia de una Radiante Luz Mayor. Mi corazón sólo se calentó a la salida del sol. Mi harapos sólo se deshicieron ante la presencia de los lirios del campo. Un esclavo fui de mi denso pensar, y a nadie de culpar por ello: siempre tuve la otra opción a mano. También aporté mi fuerza al viejo programa común. Tendría que ser así. Hoy ni acémila se ha convertido en un centauro volador de azules cielos. Erguida mi frente, humilde mi raíz, camino ya por la vida. Conocerte amor, me ha elevado. Ahora brillo en el cielo como una estrella. En el cielo de la noche, soy destello.

De pequeño me querían enseñar que a Dios se le había de amar, pero acto seguido me mostraban las seiscientas formas más convenientes de cerrar el corazón al amor. En lo profundo, yo sabía muy bien que ese, y no otro, era el camino correcto. ¡Qué bueno hubiese sido que me enseñaran libertad para abrir el alma, en vez de atraparla entre miedos y preceptos!. Por qué... ¿cómo amar lo temido, lo escondido, lo inalcanzable, lo perfectamente ajeno a la imperfecta alma?. A amar a Dios aprendí no hará mucho, justo en el momento en que lo pude sentir en libertad. A ser amante de Dios, sigo aprendiendo día a día. El sentimiento emerge, y el corazón se expande cada vez más y más. Hoy admiro la belleza de mi propio vacío, entre todas las joyas sensibles del mundo. Hoy se qué nada es mío, pero que en todo tengo una pequeña parte. La vida me colma desde antes del amanecer, y la gratitud fluye de mi ser con un especial amor, que aprende a ser más y más incondicional. La maravilla me envuelve como aire que me vitaliza, y reviste de Sedas mis siete graduales energías. Desde que Dios se manifiesta y trae mi corazón al Su reconocimiento del alma, estoy aprendiendo a amarLo más y mejor; y es que en verdad no hay que aprender nada, sólo expandir el limpio corazón a la Verdad que Es.

Déjame hoy oír tu voz, susurro mío del corazón. Déjame acercarme un poco más, que quiero experimentar ese elevado amor sin forma ni tiempo, sin principio ni fin. Déjame reposar, que estoy cansado de dar vueltas en una misma órbita. ¡Estar contigo quiero, Centro de todas las órbitas!.

Déjame sentarme en el quicio del umbral de los dos mundos, que quiero sopesar la fuerza de los vientos. Déjame por un instante posarme en el fiel de la balanza, que quiero sentir la fuerza de la no fuerza... y perderme en la elocuencia del silencio, para despertar a la vida nueva del SER de LUZ. Suprema fuente. Suprema faz.

Dejaré que mi amor colme mi copa, y que no haya nada más. Pretendo dejar que el amor acaricie cada rincón de mi ser, y que el tiempo desenrede los obstinados nudos que tanto me cuesta desbaratar al golpe de intento mental. Sólo el amor quiero ver, sólo el amor quiero notar y sentir. Que nutra mis semillas con la esperanza de la frágil ternura manifiesta en mis prestos sentidos. Salta y clama mi corazón ¡Padre mío y Dios mío!.

Dejó que los suaves pétalos de la estrella, caigan sobre mi cabeza, dócil y dispuesta a iluminarse. Dual lección más ya no canto a la espada. La razón me ha hecho muchas veces naufragar. El Creador ha hecho un perfecto mundo ¿dónde acaso coloca mi imperfección?; ¡eso no encaja!. Su mano guirnalda emanadora de luceros y galaxias, es la que adorna mi frente con una de ellas. Mi servicio unificado a Esa Luz.

Del este al oeste, hay una ruta. De mi mano izquierda a mi mano derecha, ahí otra... ¿pero acaso no se encuentra mi corazón en el centro?. Del pensar al sentir, ahí una ruta, es más al hacer, ahí otra paralela... pero si no se aúna en el acto de amar ¿entonces donde estaría la meta de las rutas?. Si no estuvieran los vientos que soplan del norte ¿de donde vendría la pura y blanca conservación?. El viento del oeste me habla de renacimiento. El viento no está sólo, y baila cuando quiere y por donde quiere: es su arte. Pero nada es casual, y todo nos dice algo. Jamás nada florecería sin un sexo intermedio que lo habilita: una ruta: el fruto la espera, y ha de llegar... ¡y llega!. Si no estuviera el amor de Dios en sus criaturas ¿qué ruta iban a seguir los movimientos? ¿Qué fin, que meta?. Quien no abre sus ser a la amorosa fe, a cualquier animalillo se asemeja.

Desde arriba contemplo mi vida, así que ahora encuentro los significados de las cosas más pequeñas y más precisas. Las posiciones siempre fueron pacas y limitadas, porque todas se ubicaban en perspectiva. Esto era justamente lo apropiado para enriquecer el entorno de la Unidad. Pero, toda vez hecha, ¿para qué conservar la puntual posición limitadora?. Me ha agotado sin duda alguna dando vueltas y vueltas, para llegar al mismo sitio ¡como es lógico!. O... ¿acaso no es la lógica lo que me movía?. Si me quedaba sin dolor, sin tormento, sin amargura, es como si me faltase algo. Es la querencia del hurón por su huronera, ¿es que la impronta de la cueva aún perdura?. Quejarse no soluciona, abrirse si. Te puedes volver a contar tu propia historia entera desde el principio los tiempos, y no enterarte de nada, si es que todavía la procesas bajo el filtro de la vieja mente terrena (animal).

Desde los prados de Dios, pinto caminos a lo eterno. Mi pincel fluye en siete colores de mil tonos cada uno. En cambio, no cae en el fácil error de dispersarse. Creado el cuerpo de un puñado de polvo, no está dispersa su función. El juego consiste en unificar por propia voluntad una mente que parece estar dispersa. Sólo para aprender a SER. ¡Gracias oh amor del corazón, por tenerme ya marcado con claridad el camino cielo!.

Desnudos venimos: en cambio, en extrema abundancia llegamos al mundo. Lo demás son aditamentos. Los instantes de experiencias vividas, son las únicas gemas que tras la muerte te podrás llevar.

Despierto, frente a su desnuda amada, en el lecho del hecho amor. Noche oscura, no puede conciliar el sueño: sus agolpados y tropélicos sentimientos se lo impiden. Despierto se dice: ¡qué bien tan grande! ¡Qué enorme dicha es el amor!. Más se dormirá, y al despertar, aunque igual será diferente, y si no lo renueva con ilusionada constancia, como la flor más bella, puede marchitarse lo que tan precioso un día fue. Aprehendamos bien las claras lecciones que el amor constantemente en este mismo mundo nos da. Un río, jamás da marcha atrás, pues es contrario a la gran ley de evolución. Nada permanece, así que desde este estado de cosas, renovarse es la canción. Mantener la maravilla es el reto. Ducharse diariamente el sentimiento para limpiarlo de parásitos, dolores, sufrimientos e inercias. Disuelve tu ego y no temas, que temer es falta de fe.

Despreciar a los demás, es tejer tela de engaño. ¿Acaso crees que Dios es un juguete en tus manos?. Que se preste a todos los juegos por amor, no significa que se tenga que dejar utilizar para tus ocurrencias. Hasta la acémila tiene su cometido, más la mente manipuladora, toca fondo en el foso. ¡Desate ya de la mente vieja!. En ti hay otra fuerza que es de subida, donde el fuego no escalda, y el agua no moja. En esas manos no caben piedras y nada tiene desperdicio. Ni violaciones ni discusiones. Los demás son tú mismo, sólo que de otra manera. Nada hay separado.

Después que el cojo se corrige tras esa infortunada caída, ha de terminar su balanceo y arrojar su bastón. Amigos, parientes, paisanos, los débitos han de ser saldados. Sólo un amor, que desde ahí, para todos habrá de sobra, mas no en base a exigencias, expectativas o pactos tácitos de intercambio de cadenas o sufrimientos.

Detrás de cada pensamiento, delante de cada inspiración, encima de toda vida, siempre está el amoroso Padre Universal. Él es la cima de mi cumbre, la apertura de mi sentimiento, el umbral de acceso a toda acción. Tras cada verso, en cada poema, ahí está El. Yo lo invito a contemplar desde mis ojos, y así hacerme Uno con la verdadera misión de ver. Todas las imágenes, todos los colores, todas las vibraciones me hablan de Dios. Como un aroma me habla de la flor, y la flor me habla de un fruto, y un fruto me conduce a la semilla, y la semilla al germen, y el germen a la vida... y la vida... ¿adónde me conduce la vida?. Yo pido ser sólo su rallito en todo cuanto haga, vea, sienta... delego identidad alguna personal, que a El no me lleve. Lo necesito para contemplar sus cielos, para sentir su mar, para liberar vibración al son de su brisa. Más cerca cuanto más lejos y más cerca cuanto más cerca. Nunca se esconde, siempre Se guarda al amparo de su propio Amor.

Dios se convierte, desde la vela hasta la maravilla, en el estado mental en que se Le piensa, y en la fehaciente actitud con la que desde uno mismo se Le actúa. Perfume de perfección, idilio de amor: todo un gozo. De reojo miro a virtuosos escalones que atrás quedaron, sin ellos ¿cómo se podía haber subido?. La estatura del alma no es medible, sino no sería la auténtica magnitud que habilita su expansión.


Dr Uno 1995

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