lunes, 15 de marzo de 2010

COSMOEVOLUCIÓN Parte1

Dios no se halla reducido al manifiesto efecto de los dados de un estúpido sortilegio, mas la pequeña mente que crece, aún no es capaz de entenderlo,su razón ahora le aturde.

Un punto de ruptura entre las teorías de mecánica celeste y la dinámica de sistemas no disipativos (no sujetos a fricción) fue aportada por el matemático francés Jules Henri Pointcaré. Si bien las ideas de Newton se habían convertido en un paradigma para describir muchos aspectos de nuestra vida diaria, había detalles que aún no estaban contemplados. Partiendo de que en la mecánica planetaria no se habían tomado en cuenta aspectos no lineales, como los que se exhibían en el "problema de los tres cuerpos". Esa es la ventaja de la Teoría de Caos. Pointcaré publicó un artículo en 1890 describiendo el hecho de que aún el sistema Sol-Tierra-Luna (tres cuerpos en interacción), no podía ser explicado bajo la mecánica clásica tradicional.

Para este problema, Pointcaré demostró que por simple que parezca, el conjunto de los tres cuerpos presentaba un comportamiento complejo a través de una dinámica irregular. Pointcaré (el padre de lo que ahora se conoce como Teoría de Caos) asevera... "...sucede que pequeñas diferencias en las condiciones iniciales impactan grandemente en el fenómeno final. Un pequeño cambio al principio provoca enormes errores al final. La predicción se vuelve así imposible..."
Cambell, en 1993 establece que las ideas de Pointcaré no fueron aceptadas inicialmente debido a cuatro razones principales:

1) La gente no estaba dispuesta a modificar el modelo que permitía interpretar la realidad en base a la mecánica clásica y a la matemática Laplaciana.
2) En esa época el interés por el análisis geométrico iba en descenso
3) El sistema planteado por Pointcaré trataba de sistemas dinámicos conservativos (sin fricción), no disipativos, que requieren de energía para subsistir, como son de hecho la mayoría de los sistemas con los que tenemos contacto, ya sean animados o inanimados
4) No existían computadoras.

La deducción que planteaba Pointcaré era correcta. Calcular el comportamiento de dos cuerpos, por ejemplo Sol-Tierra a través de los principios Newtonianos era exacto y totalmente predecible, pero al agregar un tercer cuerpo (Luna), las ecuaciones de Newton se vuelven insolubles, como lo mencionan Briggs y Peat (1994). "Al sistema ideal de dos cuerpos él añadió un término que incrementaba la complejidad no lineal (retroalimentación) de la ecuación y se correspondía con el efecto pequeño producido por el movimiento de un tercer cuerpo".

A este trabajo siguieron otros que continuaron atacando frontalmente los principios que hasta ese entonces se habían utilizado para entender el comportamiento del universo. Max
Planck descubrió que la energía no era continua sino que estaba empaquetada en cuantos y Albert Einstein establecía las bases para la Teoría de la Relatividad.

A Stephen W. Hawking le parece que Einstein estaba doblemente equivocado cuando afirmó que "Dios no juega a los dados”, porque los estudios sobre la emisión de partículas desde agujeros negros dan en sospechar que “no solamente Dios juega a los dados, sino que, a veces, los echa donde nadie puede verlos".

La confianza ilimitada en la ideología del Progreso se resquebraja con la aparición de nuevas y nuevas teorías que, desde el campo de la física, van a cada paso destruyendo los postulados básicos sobre los que se construyó la racionalidad moderna de la civilización occidental. Relatividad, mecánica cuántica, genética y biología molecular dan lugar a una nueva representación del Universo de la Naturaleza y la Vida, cada vez más alejada de los cánones de la visión derivada de la física newtoniana y sistematizada en la Teoría del Conocimiento del filósofo alemán Immanuel Kant.

La realidad nos va sorprendiendo, al paso que se desenmascaran ignorancias, y se pone infatigablemente en cuestión una a una, las pasadas paradigmáticas teorías. Nuestra mente se abre y se encuentra cada vez más disponible a entender más, no solo del Universo, sino también de sí misma en él.

El reto que ahora nos acomete es otear los últimos años de rally mental en estos avatares. Una pequeña mirada retrospectiva a estos pasados años (siglo de los grandes avances, el XX) nos hace darnos cuenta de que, cabalgando en progresión geométrica, el conocimiento dispara todas las previsiones, en tanto que los valores humanos y el conocimiento de sí, se encuentra embargado por esos afines intereses paralelos por los que, de manera irresistible, nos hace prevalecer en la narcosis tecnológica, a máxima prioridad y a costa de lo que sea.

Versatilicemos repaso:

Observemos el funcionamiento de un pensamiento y sus tres elementos más significativos básicos que intervienen en su actividad. A saber:

1)Una energía que genera, una fuerza que ejerce
2)Una resistencia u obstáculo a vencer
3)Un punto de apoyo

Tres factores

¿Cómo se van a resolver las situaciones puntuales en cada caso, en la medida en que se den diferentes circunstancias que conlleven diferentes relaciones entre estos tres contextos de interrelación, según la posición de cada cual, con respecto a los otros dos?.

Una buena práctica sería investigar, sobre todo los puntos de apoyo donde aplicamos la fuerza que nos facilita conseguir cualquiera de nuestros objetivos, al tiempo que somos igualmente conscientes de cuál es concretamente la resistencia con que encontramos (real o virtual).

Porque al igual que una caldera a presión genera una energía en forma de vapor que mueve por ejemplo una máquina de tren, el cerebro es el centro de mando donde esta multiactividad se determina en su adecuada medida, además de desarrollar el principio básico vital (dirección de la máquina), y evolucionando “per se” y en conjunto (los demás cerebros de la especie) hacia grados inteligentes de consciencia más amplios y capaces (objetivo universal inteligente.)

Con independencia de lo que genera esto o lo otro, la vida se desarrolla, y nos encontramos de bruces frente a ella, generación tras generación, hasta que poco a poco nos vamos, milenio tras milenio, haciendo unas más profundas preguntas que nos conducen a tomar más consciencia de es realidad que llevamos puesta ¡y somos! . Y ocurre que tenemos una doble polar tendencia innata:

1.- una a mantener la conducta e información heredada y trasmitida desde los propios genes
(cíclica e informada en base a patrones ya realizados por los ancestros), y
2.- la otra a explorar realidades vitales, al tiempo que se va ampliando y mejorando tal
adaptación al medio, que sirve de
gran resistencia

En el devenir evolutivo de las especies, llega un momento en que un individuo toma las decisiones más apropiadas, y se convierte en referente de avance. Es el caso de un humano, que marca desde hace dos mil años, el principio de una era. Este empieza a hablar de manera coherente del Gran Punto de Apoyo consciente, al que llama Padre, y emocionalmente supera las expectativas que hasta entonces, desde la vía oriental, se habían estado observando en aquellos tiempos (Vedas) sin por ello perder el hilo de esos mismos coherentes conocimientos que impulsaron las búsquedas (aunque matizados bajos las creencias del pueblo donde habían de desarrollarse)

Dr. Uno

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